Marco Conceptual

Con base en el documento "El proyecto servicio social: Una estrategia pedagógica para la participación social y juvenil", se pueden citar los siguientes parrafos que son pertinentes al quehacer de las Instituciones Educativas en Colombia:

 

1.) Se ratifica la importancia de abrir y construir con los jóvenes las oportunidades para que sean visibles y protagónicos y para que tengan la posibilidad de poner en escena sus capacidades y potencialidades, concientes que no son el futuro sino el presente mismo.

 

2.) El Servicio Social se configura como un proyecto donde se pretende aportar al fortalecimiento de la capacidad de participación de los jóvenes para intervenir en los procesos que los afectan, y la exigencia ética que nos plantean los escenarios actuales para que los adultos seamos facilitadores en este proceso.

 

3.)  El alcance de logros cualitativos requiere de un trabajo conciente e intencional en la transformación de las relaciones adultos – jóvenes y en los aprendizajes que cada generación debe obtener para lograr que realmente la participación social del joven se constituya en un medio y un fin en la tarea de lograr una sociedad más justa.

 

4.) Esto demanda un alto nivel de articulación entre las instituciones, las organizaciones juveniles, y en general todos aquellos comprometidos en los procesos de desarrollo de los jóvenes y en la garantía y protección de sus derechos.

  

5.) Trascender el concepto de participación exige un trabajo concertado de los diferentes actores sociales y agentes de socialización que inciden sobre la vida pública y privada de los jóvenes.

 

6.) La participación como capacidad humana no es ajena a los procesos formativos y educativos que se dan en la escuela, la familia y los ámbitos de interacción sociales y públicos. Es compleja en la medida que requiere de actitudes, conocimientos, posiciones ideológicas que se construyen desde la infancia y se ejercen en los diferentes espacios desde el momento que se opina hasta aquel en que es posible realmente ser partícipes en la toma de decisiones y las acciones que éstas involucran.

 

7.) La concepción del servicio social como una estrategia de participación juvenil propone desde su enfoque no únicamente que sirva como espacio de formación sino que realmente posibilite el que el joven haga presencia en las dinámicas que se generan alrededor de él, a través de actividades recreativas las cuales se constituyen en una metodología más próxima a ellos.

 

8.) El servicio social como una estrategia de participación para los jóvenes y un medio para aportar al desarrollo de sus propios procesos, se ve enfrentado a varios obstáculos más relacionados con su concepción y uso; por una parte, está su carácter de obligatorio para el grado de bachiller, perspectiva que es afianzada justamente por la forma en que muchas instituciones lo abordan, donde los estudiantes simplemente cumplen un número de horas haciendo tareas u oficios que no necesariamente contribuyen a su desarrollo o mínimamente a su sensibilización como actor social.

 

9.) En el “mercado” se encuentran diferentes propuestas de servicio social donde los jóvenes hacen de mensajeros al interior de las instituciones, archivistas, y si en el mejor de los casos, se les asigna tareas que podrían ser aprovechadas como dispositivos pedagógicos, en la práctica se reducen al ejercicio rutinario de una función. Igualmente se conocen experiencias de servicio social en los colegios donde el requisito es pintar las paredes del colegio, hacer un trabajo específico para salir del paso, etc., conjunto de opciones que realmente no responden a la responsabilidad ética que corresponde en términos de aprovechar el servicio social como una oportunidad para trabajar con y para los jóvenes, articulándolo a su proceso de formación integral.

 

10.) En este contexto la propuesta de Unicef de estimular el que el servicio social se repiense es pertinente; no es atrevido afirmar que los procesos de socialización política aún son débiles y es necesario fortalecerlos tanto desde los ámbitos formales como no formales. Es desde esta perspectiva que el servicio social se puede constituir en un mediador de procesos de sensibilización, capacitación, reflexión con los jóvenes acerca de sí mismos y su realidad, no únicamente para que tomen conciencia de ella, se comprendan sus fenómenos sino que se desarrollen capacidades para su transformación.

 

11.) Un servicio social pensado desde el desarrollo humano, supone que éste debe mediar la generación de unas condiciones pedagógicas que promuevan en el joven el desarrollo de capacidades humanas a través de técnicas que posibiliten la relación del joven con el conocimiento, la creación de espacios de reflexión y la oportunidad de desarrollar acciones a favor de sí mismo y la comunidad, es decir, donde lo individual y lo colectivo se conjuguen e interactúen creando espacios para la vivencia, una vivencia donde lo racional y lo sensible sea posible.

 

12.) El objetivo del servicio social, es contribuir a procesos de empoderamiento, configurarse como un ambiente de aprendizaje para el joven.

 

13.) Una de las limitaciones del servicio social se deriva de su concepción restringida. A este se le limita a cierto número de horas (80), lo que se constituye en un elemento negativo en la medida que así se asume “literalmente”. Como se anotaba anteriormente, esto en ocasiones conduce a que muchos de sus oferentes lo piensen desde ahí, e igualmente estimulen en el joven y en los colegios esta mirada al programa.

 

14.) Los pocos recursos de los que dispone el país para el cumplimiento de la política social, exige que las instituciones privadas y públicas, ONG y profesionales, orienten su trabajo bajo criterios unificados, en un intento por optimizar tales recursos mediante la unión de esfuerzos y la colectivización de las metas, de ahí como se decía, la importancia de la propuesta de Unicef de abrir espacios para la formulación de unos lineamientos orientadores para el servicio social a nivel nacional pero con pertinencia en lo local.


15.)  El servicio social, optimiza recursos y articula al proceso a los jóvenes, potencializando su capacidad de participación y generando espacios de formación de los mismos en valores democráticos, y que pueden contribuir a diseñar mecanismos y hacer realidad el objetivo de participación propuesto.

 

16.) Los principios del programa, se derivan en una mirada interdisciplinaria alrededor de:

 

• La pedagogía y más específicamente la pedagogía lúdica y la pedagogía social.

• La psicología política y psicología social en cuanto a los factores que inciden en la formación del joven como sujeto político.

• La sociología y sus aportes al conocimiento del hombre como sujeto social y las diversas relaciones sociales frente a la comunidad y a la sociedad en su conjunto.

• La comunicación social, en relación con los procesos de comunicación que se dan como producto de la interacción entre individuos y de éstos con su comunidad y el uso de medios alternativos en el ámbito local.

• La administración y sus aportes al diseño de modelos de gestión y gerencia social.

 

17.) Como un elemento integrador, la investigación es el medio a través del cual se articulan los saberes de las distintas disciplinas para la construcción de modelos de trabajo y la generación de proyectos de investigación teórica aplicados.
 

18.) En este proceso, los estudiantes son considerados parte activa y fundamental de la sociedad con potencial para implementar los cambios sociales que requiere el país, en cuanto al desarrollo de una nueva sociedad civil, donde la convivencia pacífica sea el punto de partida para el crecimiento sostenible en todos los ámbitos de la sociedad. Esto requiere necesariamente la apertura de espacios de formación para el joven en sus diferentes dimensiones como ser humano y en sus espacios más cercanos de socialización: la escuela, la familia y la comunidad.